Bueno, todo ha empezado con mi amiga L, la cual llevaba todo el verano fuera de la ciudad y a su vuelta, por X o por Y no habíamos conseguido coincidir. Así que un día tuvimos una conversación:
-L: a ver si quedamos una tarde
+Yo: Mmmmm, ¿el viernes tienes algo que hacer? Podemos tomar un cafecito, si quieres después de comer, o igual tengo que ir de compras así que te puedo arrastrar a PV
-L: "jaja" vale
.............................................
Ese fue su...
Hoy, una tarde de viernes como otra cualquiera, los pajaritos cantaban (y se cagaban en mi coche -PUTOS PAJAROS - Ejem, que me pierdo, perdón) las nubes... no se levantaban, estaban ahí, encapotando el cielo, pero bueno, descripciones atmosféricas a parte.
He avisado a L 15 minutos antes de lo que habíamos acordado por el simple hecho de que yo ya estaba lista y me aburría (ha venido con el pelo medio mojado y todo, que magica). Pillamos mi coche, sin problema, algún que otro energúmeno por la autopista, los típicos comentarios sobre dichos conductores y los movimientos de brazos que los acompañan.
Llegamos a PV, vamos a nuestra primera parada, compramos sin ningún problema, NEXT... Decathlon... hemos tardado un poquito porque yo a la hora de escoger mi calzado deportivo soy muy exquisita... negro, barato y de suela gruesa. Localizado el objeto de mi deseo, nos dirigimos a la caja, donde nos encontramos al CAJERO GG (Guapo pero Gafe), Intento pagar con mi tarjeta y da error... 3 veces... viene una encargada que intenta una ultima vez pasar la tarjeta sin éxito, así que nos aconseja sacar el dinero en metálico y volver a por mis preciadas zapatillas. Vamos, volvemos... mismo cajero... 3 clientes por delante (pufff)...
Obligadas a esperar, decidimos entretenernos observando el comportamiento de los otros clientes... donde encontramos que los primeros de la fila (una familia de 4) están teniendo una emergencia familiar... al parecer, la hija pequeña tenía mucha sed y los padres desesperados estaban intentando comprar una botella de agua normal en el decathlon (cosa que ya me ha parecido un poco en plan... como llamar al telepizza y pedir magdalenas) pero bueno, buscando entre las mil bebidas isotónicas han conseguido 2 ejemplares de agua pura. Cuando el cabeza de familia ya tenía las botellas en la mano, dirección hacia la caja para pagarlas, la hija pequeña ha iniciado una alarma continua de necesidad vital, es decir "tengo seeed, tengo seeeeeed", cuyo comentario ha despertado la sed de la hermana mayor, que mucho más dramática, ha decidido ilustrarnos con un "me mueeero" (con la misma entonación que en el juego de WORMS).
Al final creo que las niñas han logrado sobrevivir, los otros 2 clientes no tenían mucho que ofrecer, PERO, justo cuando estaba atendiendo al cliente que iba delante de nosotras... llega un encargado y pone un cartel delante del Cajero GG... CAJA CERRADA (no, en serio, no, yo quería MIS PUTAS ZAPATILLAS y en esa caja me las estaban guardando). El Cajero GG se ha portado bien y nos a atendido por último a nosotras, le he pedido mis zapatillas, me ha vuelto a preguntar por si tenía la tarjeta del decathlon y tras ayudarlo con las vueltas que me tenía que dar, hemos salido.
Tras esta epopeya, nos hemos dirigido a tomar algo al Dunkin Donuts (donde he podido saludar a unos amigos que hace mucho que no veía, saluditos otra vez, wiii) y donde ha ocurrido otra anécdota...
L se estaba comiendo la mar de a gusto su Donut de Selva negra, a lo que, mientras sostenía el manjar, un poco de la mermelada de dentro se ha escurrido y caído sobre su bandeja. En ese momento... una imagen ha venido a mi cabeza...
Acto seguido, esto es lo que ha ocurrido:
y entre ese comentario y la repetida utilización del "me mueeeero" la tarde ha estado plagada de risas.
No tengo mucho más que contar... espero que os haya gustado esta entrada biográfica y que os hayáis reído leyéndola casi tanto como yo viviéndola.
Nos vemoooos